miércoles, 26 de julio de 2017

Los cereales intergalacticos

 

 

 

Transcurre el año 2834 y el caos en la tierra ha  llegado a dimensiones impensadas.  El mundo cambio radicalmente después de una guerra nuclear que dejo a la superficie de la tierra en condiciones no aptas para cultivos. Los sobrevivientes pudieron soportar el evento en búnkeres que se prepararon con buen criterio por parte de los gobernantes de turno.

Los alimentos empezaron a escasear a nivel mundial y los líderes de los países más importantes previeron esta situación y en conjunto desarrollaron una nave espacial capaz de transportar cereales desde otra galaxia hacia nuestro planeta.

El comandante de la nave es un piloto avezado que fue entrenado bajo las más estrictas condiciones y es capaz de llevar adelante la misión con su  tripulación.

Es un amanecer rojo sangre, la tensión se siente en ambiente. -Estamos listos para despegue dice el piloto de la nave. Empieza la cuenta regresiva. Al inicio del despegue  parece que la nave flota suspendida en el aire. Ya casi no se la  puede ver.

La tripulación está compuesta de científicos especializados en cultivos a gravedad cero. Todo el esfuerzo depende de ellos. En el Gran Silo Espacial ya están seleccionados y empacados todos los cereales suficientes para alimentar a todos por varios años.

Se los espera de regreso en 20 días. El hallazgo de un “pliegue en el espacio”, mejora los tiempos de viaje.

La gente está hambrienta. El poco orden que hay se pierde por la irracionalidad de la gente. Las calles están desoladas. Todas las esperanzas están depositadas en regreso de la nave con su preciado cargamento de cereales intergalácticos.

Ya paso un mes y no hay noticias de la nave. La violencia y el robo ganan las calles. Tengo miedo. Se escuchan disparos. Las fuerzas de seguridad intentan restablecer un orden que ya no habrá. Ya casi no tengo fuerzas….

De repente un sonido agudo y uniforme en el ambiente. Abro los ojos. Estoy en mi cuarto. Observo la habitación. Instintivamente alcanzo el despertador con mi mano izquierda. Rezo y agradezco a Dios. Todo fue un sueño.